Archivo por meses: agosto 2023

Evolución, vibras y alineamientos

No creo que nadie desevolucione o involucione, creo que se bifurca el camino.

Las vibras cambian constantemente, las frecuencias son diarias y no estáticas en una misma persona. Las vibras van y vienen pero no se detienen.

No me refiero al alineamiento de los planetas ni nada de eso, me refiero a compartir los propósitos, los valores, el camino.

Ayer fui a un evento en el que estuve incómoda. Y la palabra es exactamente esa, incómoda, porque yo estaba bien y además traía buenos propósitos, focus on the good había leído antes de salir de casa en una de mis mochilas-bolsa con mensaje. Siempre protegida y cuidada, pero con buenos propósitos, con ganas de avanzar, de hacerlo mejor. Lo fácil es pensar que cuando llegué y me sentí incómoda es que no estaba lo suficientemente estable o segura para afrontar la situación, pero lo cierto es que sí lo estaba a pesar de que el ambiente de rechazo empujaba bien fuerte, y no desde la dirección que esperaba curiosamente.

Claro, tú puedes haber hecho tu trabajo en casa, que la gente no lo sabe y se seguirá comportando conforme a la última información que tengan de ti y es algo normal. Lo curioso es que al entender eso, me relajé aunque seguía sintiéndome incómoda.

Hoy me pongo espiritual, y en este mundo por lo visto la evolución es superimportante y bajo ningún concepto puedes involucionar o «ir para atrás», y mi pregunta es ¿todas las malas rachas, las malas épocas, los malos suelos emocionales, son involución? Hablo de la base, de la tierra sobre la que se sostiene tu día a día y mes a mes y año a año. Puedes haber mejorado esa tierra, que sea muy rica en nutrientes, cojonuda para semillas nuevas y crecimientos fuertes y que, sin embargo, te toque barbecho o la hayas descuidado un tiempo o ese clima en el que estás ya no la favorece. No deja de ser una buena tierra por eso.

Ya tienes unos conocimientos y herramientas que no puedes perder porque están arraigados en ti, posees una información que antes no tenías y no se puede desdecir ni desvivir ni desaprender. Con desaprender me refiero a que no puedes borrar lo aprendido, puedes modificarlo o mejorarlo, pero no puedes olvidar esa información porque sino no habrías podido aprender la nueva, necesitabas que la anterior información hiciera el hueco con esa forma aunque la hayas vaciado para meter la nueva. Sé que es complejo, pero espero que la imagen haya sido eficiente.

Y de nuevo insisto, creo que no puedes volver, creo que te puedes bifurcar. Hasta ahora las patatas habían sido geniales, han dado sus frutos, a todo el mundo le gustaban y ahora sé plantar tubérculos, muy bien. Y entonces recordé que me gustaban los tomates, que había tenido un exceso de patatas y que me estaba perdiendo un montón de hortalizas y frutas ahí fuera, además de estar falta de otros nutrientes. Resulta que a los que les gustaban las patatas sólo eran fans de las patatas, así que cuando quise recuperar los tomates no fue bien recibido. No tenía intención de dejar de plantar patatas pero quería cultivar tomates. No puedes cultivar tomates con un clima que sólo soportan las patatas, y está muy bien que te gusten tantísimo las patatas, acompañan todo, pero no es lo único que puedes comer.

Seguir otro camino no te hace vibrar en una frecuencia menor, te hace cambiar el alineamiento.

Las vibras tienen más que ver con lo emocional y la percepción; el alineamiento con la parte racional que ordena los valores, los principios y los propósitos. He coincidido en frecuencia muchísimas veces con personas que estaban alineadas diferente a mí, y viceversa, mi alineamiento es perfecto con algunas pero no hay manera de cuadrar los herzios. Si se pierde una de las dos con las que conectas, dejas de conocer a esa persona. Ni está alineada ni vibra contigo, se convierte en algo desconocido.

Mi alineamiento quiere tomates, así que aunque vibro todavía con las patatas, el volumen está más bajito.

Quiero y necesito equilibrio ahora mismo, y el que no entienda eso no tiene cabida en mi granja.

De las vacas y demás ganadería hablamos en otro momento.

Absorción de cargos y otras lindezas del teatro

Cuando una se mete a currar en las tablas, no sólo como actriz, se encuentra con las «maravillas» del teatro independiente en la que existe una cosa que se llama absorción de cargos o, más coloquialmente, no tener presupuesto y hacerte un Juan Palomo. Esto a mí me tiene inquieta -por usar un eufemismo cualquiera-, porque levantar una obra de teatro es un trabajo muy costoso, no sólo económicamente, sino humana y energéticamente. Imaginemos -algunos sólo tendrán que recordar- que no hay presupuesto y hay que suplir con tiempo y trabajo, porque los recursos humanos hay que pagarlos y no tenemos muchos, con lo cual una sola persona tiene tareas de varias figuras a la vez. Y por supuesto se pretende que dicha persona sea eficiente en todas y cada una de ellas.

Si digo que es la persona responsable, en última instancia, de la supervisión de todos los aspectos del montaje de una producción teatral, además de ser encargada de buscar oportunidades de exhibición para mostrar el espectáculo creado; que esto incluye el estreno, la temporada en algún teatro y la gira por diferentes teatros, tanto nacionales como internacionales. Si añado que también es una de las máximas autoridades en el escenario, que coordina todo el equipo que participa en la representación de una obra, tanto las personas que se encargan del apartado técnico como los actores. Que toma notas, ofrece comentarios, coordina el calendario de ensayos, ensaya o revisa escenas, prepara o distribuye notas a los actores, y facilita la comunicación entre la parte artística, la parte técnica, la producción y el director/a de escena. Si digo que es la persona que saca adelante un proyecto -porque el espectáculo lo saca adelante todo el equipo, si no mal vamos- sin ningún tipo de guía ni asistentes, ¿quién os viene a la cabeza, cómo se llama su cargo? Puede que dudéis entre varias.

Y ahora la pregunta de verdad: ¿cuántas figuras profesionales del teatro veis en estas tareas? Porque lo cierto es que hay cuatro cargos en ese párrafo. A distinguir entre productora, distribuidora, regidora y ayudante de dirección. Y en el teatro independiente -incluso en algunas de las grandes compañías- todo esto lo hace una sola persona.

Nos preguntamos cómo es que hay tantos artistas que abandonan la profesión teniendo una buena formación y sobrada experiencia -no demostrable, claro, porque nadie te cuenta las horas más que tú-, y aquí está una de las respuestas: acabar quemado por trabajar X4 con el sueldo de 1, el cual no es ni suficiente.

Una vez planteado este marco de conflicto, yo aún me sigo preguntando cuál es la solución. La solución para seguir haciendo teatro me refiero, porque si no hay presupuesto para pagar a más gente y poder dividir el trabajo y reivindicamos que se pague nuestro trabajo -que es lo suyo y lo lícito-, ¿cuál es la solución?

La pescadilla que se muerde la cola tiene que parar, quizá sea cosa del sistema teatral, que habría que desmontarlo desde cero para parar a la pobre pescadilla. Pero currando como una jabata desde la mayoría de edad y con tres títulos de esto a la espalda, qué sabré yo.

Quiero ganar dinero escribiendo.

Hace mucho que no escribo y está muy fea esa costumbre. No, en serio, es una costumbre tan fea que me han rechazado como redactora de textos para redes sociales y otros medios digitales. Osea, estoy escribiendo un post después de nosecuanto tiempo porque me han rechazado unos desconocidos alegando que no tengo calidad suficiente en la escritura. El nivel de ego es chulo.

Realmente estoy tranquila, sé que tengo calidad y sigo mejorando, sólo que no me lo esperaba, por la sencilla razón de que nunca habían cuestionado mi escritura. Lo he dicho bien: nunca. Y como nadie nunca lo ha hecho, me he cuestionado yo después. Que si ya no sé escribir, que si lees poco, que si no practicas… Y ella escribiendo ficción que funciona cada mes y leyendo artículos casi todos los días, pero como no son en papel, parece que no cuenta.

Sin embargo, tengo que decir que el motivo es mucho más profundo, porque no se trata de la calidad de mi escritura per se, sino de que hace poco he decidido algo que hace nada y menos hubiera sido impensable: quiero ganar dinero escribiendo. Llamadme loca si queréis, sabiendo la intermitencia, la inestabilidad, la infravaloración y el alza de las IAs que supone esta afirmación que acabo de hacer. Soy consciente de todo ello, y aún así quiero.

Esto es una frustración magnífica, porque tengo voluntad y herramientas, no me importa el cuándo y dónde, el por qué lo tengo claro y el para qué va ligado, pero justo lo que necesitamos todos no lo tengo, el cómo, el puñetero cómo, esa manera de hacer las cosas con todo lo que tienes para que tenga sentido lo que tienes, para que tú puedas darle un sentido más bien.

Quiero ganar dinero escribiendo, ¿cómo? Y mira que Isra Bravo tiene dos -¿tres?- libros escritos sobre eso, tiene muchas herramientas, pero el cómo lo tienes que pagar. Que me parece bien, pero vamos a ver una cosa… ¿Cuánta gente te dice que tiene el cómo y en realidad te da herramientas aún pagando? Ni con asesoría personalizada te lo saben decir. Y no sé si este señor lo sabe o no, porque no le he pagado para averiguarlo, pero desde luego es un copywriter de la hostia.

En fin, que me voy, ¿se puede ganar dinero escribiendo o no? Dicen que si sabes lo que quiere la gente lo tienes hecho pero, por Dios Bendito, ¿alguien sabe lo que quiere la gente? ¡Si no lo saben ni ellos! ¿Hay que decidir por ellos? ¿Educarles previamente? Qué coñazo. Más que nada porque yo no soy docente, al menos no en esos términos.

Lo que quiero decir es que siento impotencia de que sea tan complicado poder vivir de mis habilidades creativas porque en este país ni se valora ni se le espera. No es nuestro trabajo educar en el consumo de artes y cultura, bastante que lo generamos sin tener apenas medios.

Quiero ganar dinero escribiendo.

¿Alguien me contrata?