No creo que nadie desevolucione o involucione, creo que se bifurca el camino.
Las vibras cambian constantemente, las frecuencias son diarias y no estáticas en una misma persona. Las vibras van y vienen pero no se detienen.
No me refiero al alineamiento de los planetas ni nada de eso, me refiero a compartir los propósitos, los valores, el camino.
Ayer fui a un evento en el que estuve incómoda. Y la palabra es exactamente esa, incómoda, porque yo estaba bien y además traía buenos propósitos, focus on the good había leído antes de salir de casa en una de mis mochilas-bolsa con mensaje. Siempre protegida y cuidada, pero con buenos propósitos, con ganas de avanzar, de hacerlo mejor. Lo fácil es pensar que cuando llegué y me sentí incómoda es que no estaba lo suficientemente estable o segura para afrontar la situación, pero lo cierto es que sí lo estaba a pesar de que el ambiente de rechazo empujaba bien fuerte, y no desde la dirección que esperaba curiosamente.
Claro, tú puedes haber hecho tu trabajo en casa, que la gente no lo sabe y se seguirá comportando conforme a la última información que tengan de ti y es algo normal. Lo curioso es que al entender eso, me relajé aunque seguía sintiéndome incómoda.
Hoy me pongo espiritual, y en este mundo por lo visto la evolución es superimportante y bajo ningún concepto puedes involucionar o «ir para atrás», y mi pregunta es ¿todas las malas rachas, las malas épocas, los malos suelos emocionales, son involución? Hablo de la base, de la tierra sobre la que se sostiene tu día a día y mes a mes y año a año. Puedes haber mejorado esa tierra, que sea muy rica en nutrientes, cojonuda para semillas nuevas y crecimientos fuertes y que, sin embargo, te toque barbecho o la hayas descuidado un tiempo o ese clima en el que estás ya no la favorece. No deja de ser una buena tierra por eso.
Ya tienes unos conocimientos y herramientas que no puedes perder porque están arraigados en ti, posees una información que antes no tenías y no se puede desdecir ni desvivir ni desaprender. Con desaprender me refiero a que no puedes borrar lo aprendido, puedes modificarlo o mejorarlo, pero no puedes olvidar esa información porque sino no habrías podido aprender la nueva, necesitabas que la anterior información hiciera el hueco con esa forma aunque la hayas vaciado para meter la nueva. Sé que es complejo, pero espero que la imagen haya sido eficiente.
Y de nuevo insisto, creo que no puedes volver, creo que te puedes bifurcar. Hasta ahora las patatas habían sido geniales, han dado sus frutos, a todo el mundo le gustaban y ahora sé plantar tubérculos, muy bien. Y entonces recordé que me gustaban los tomates, que había tenido un exceso de patatas y que me estaba perdiendo un montón de hortalizas y frutas ahí fuera, además de estar falta de otros nutrientes. Resulta que a los que les gustaban las patatas sólo eran fans de las patatas, así que cuando quise recuperar los tomates no fue bien recibido. No tenía intención de dejar de plantar patatas pero quería cultivar tomates. No puedes cultivar tomates con un clima que sólo soportan las patatas, y está muy bien que te gusten tantísimo las patatas, acompañan todo, pero no es lo único que puedes comer.
Seguir otro camino no te hace vibrar en una frecuencia menor, te hace cambiar el alineamiento.
Las vibras tienen más que ver con lo emocional y la percepción; el alineamiento con la parte racional que ordena los valores, los principios y los propósitos. He coincidido en frecuencia muchísimas veces con personas que estaban alineadas diferente a mí, y viceversa, mi alineamiento es perfecto con algunas pero no hay manera de cuadrar los herzios. Si se pierde una de las dos con las que conectas, dejas de conocer a esa persona. Ni está alineada ni vibra contigo, se convierte en algo desconocido.
Mi alineamiento quiere tomates, así que aunque vibro todavía con las patatas, el volumen está más bajito.
Quiero y necesito equilibrio ahora mismo, y el que no entienda eso no tiene cabida en mi granja.
De las vacas y demás ganadería hablamos en otro momento.